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  • Teknologia orokorra
  • en barrel; drum; reel
  • eu danbor
  • fr tambour; tambour de frein

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Tambor

    Tambores exactamente cilíndricos. Es la imagen más habitual de lo que es un tambor para la mayoría de las personas, en el imaginario colectivo, y se corresponde a la tipología de la mayoría de los tambores que se utilizan en la música europea, tanto en la tradicional, como en la popular y en la clásica. En el primer grupo está el tamborí, que se toca junto con el flabiol a la copla, el tabal que acompaña la dulzaina en Valencia y la mayoría de tambores que acompañan las flautas de tres agujeros. Entre los segundos, la mayoría de los membranófonos que forman parte de la batería: el goliat, los tomtoms, la caja y el bombo. Y en el tercer grupo, todos los membranófonos orquestales excepto los timbales: la caja y el bombo, principalmente. Aparte, también se encuentran en otras muchas culturas: entre los nativos de Sudamérica y de Norteamérica, en todo el continente africano, con ejemplos destacados en Nigeria, Costa de Marfil o Sudáfrica. También en Asia hay tambores de este tipo (en Japón, en la India, en Bali ...) y en Oceanía (en Nueva Guinea, por ejemplo). Lo más frecuente es que estos instrumentos tengan dos membranas, a pesar de que se acostumbra a tocar sólo una, excepto en el caso de los que se disponen con el cilindro en sentido horizontal y las membranas a los lados, verticalmente. En Occidente, es el caso del bombo, cuando menos cuando interviene en músicas itinerantes.

    Tambores en forma de bota o de barril, más anchos por el centro que por los bordes (las membranas), y normalmente con dos membranas, que pueden ser del mismo diámetro, si el tambor tiene un perfil simétrico, o de diámetros diferentes, si lo tiene asimétrico. Son especialmente habituales en el Sudeste asiático (Camboya, Java ...) y en la India, a pesar de que también hay en África, en América del Sur y en Japón (algunos tambores daiko cómo lo tsuri daiko o l'o-daiko. También se encuentran entre estos las congas, propias de la música latinoamericana y los bongos que son una versión popularizada y más moderna.

    Dentro de este grupo, algunos[13]​ distinguen, adicionalmente, otro subgrupo: los llamados tambores largos, caracterizados por el hecho que la longitud del cilindro es mucho más grande que el diámetro. Pueden tener formas bastante diversas: cilíndricos, de barril, de reloj de arena, de copa, con pie, etc. Se encuentran en África (Camerún, Congo, Nigeria, Sudáfrica, en América (entre los indios Talamanca y los Chocó), China, India, Nueva Guinea, Polinesia, etc.

Un tambor o tímpano[1]​ es un instrumento de percusión de sonido indeterminado, perteneciente a la familia de los membranófonos según el sistema de clasificación de Hornbostel-Sachs.[2]​ Consta de una caja de resonancia, que suele ser de forma cilíndrica, y una membrana llamada parche, que cubre la abertura de la caja.[3]​ Algunos tipos de tambores tienen parches en ambos lados. El sonido se obtiene al golpear el instrumento en el parche con la mano o con baquetas. También se suele percutir la caja.
Por otro lado, y sobre todo en el lenguaje coloquial, la palabra tambor se aplica también a otros instrumentos de percusión que no son membranófonos sino idiófonos; son ejemplos el tambor de corte o tambor de madera que en realidad es un tronco vacío;[4]​ o también, en inglés, el steel drum (traducido: tambor de acero) que también es un idiófono. De aquí se podría deducir que es más determinante para que se considere un tambor el hecho de la percusión más que el que posea membranas vibrantes.
Los tambores generalmente se tocan golpeando uno o dos palos o baquetas. Se utiliza una amplia variedad de palos, incluidos palos de madera y palos con batidores suaves de fieltro en el extremo. En el jazz, algunos bateristas usan escobillas para un sonido más suave y silencioso. En muchas culturas tradicionales, los tambores tienen una función simbólica y se utilizan en ceremonias religiosas. Es un instrumento utilizado en la mayoría de bandas de rock.
Los tambores se usan con frecuencia en la musicoterapia, especialmente los tambores de mano, debido a su naturaleza táctil y su fácil uso por parte de una amplia variedad de personas.[5]
Los tambores adquirieron incluso un estatus divino en lugares como Burundi, donde las karyenda eran un símbolo del poder del rey.[6][7]
Los griegos llamaban a este instrumento tympanon o typanon, y los romanos tympanum.
Homero no mencionó el tambor ni en la Ilíada ni en la Odisea. En Las bacantes de Eurípides, Baco encargó a sus secuaces capturar los tambores que utilizaban los frigios. Afirma que estos tambores, fueron "inventados por mí y por Rea o la gran madre de los dioses, Cibeles". En otro pasaje dice que los Coribantes lo inventaron para él. Entre los griegos se creía que los frigios eran los inventores del tambor mientras que los romanos pensaban que habían sido los sirios. Lo más probable parece ser que los griegos copiasen algún tambor de los asiáticos y que de ahí pasaría a los romanos.[8]
Para los tambores se utilizaban pieles de toro pero más frecuentemente pieles de asno, como Cayo Julio Fedro menciona en sus fábulas, en el cuarto libro. El tambor consistía en un círculo de madera o de metal cubierto de una piel que le daba la forma de un cedazo. El tambor se tocaba algunas veces con baquetas pero lo más común era con la mano y de la misma manera como se toca el pandero, al cual se parecía mucho el tambor de los antiguos. Para producir un sonido más estrepitoso se añadían unas planchas de metal y también campanas y cascabeles. El tympanum pasó a ser el símbolo de la feminización porque lo usaban principalmente los hombres consagrados a Cibeles. Las tocadoras del tímpano fueron tenidas por mujeres de malas costumbres. Una de las cosas que San Justo deseaba desterrar de los banquetes eran los tocadores de crótalos y de panderos.
En ningún monumento antiguo se ve un tambor con dos pieles, si bien existen textos sobre ellos en obras del Bajo Imperio. Isidoro de Sevilla escribió que la simfonia era un instrumento que se tocaba alternativamente o al mismo tiempo por los dos lados y que la mezcla de los dos sonidos graves y agudos formaba una armonía muy agradable.[9]Prudencio ya mencionó que con la simfonia se dio la señal de ataque en la Batalla de Accio.[8]
La etimología del nombre parece indicar que el conocimiento o uso de este tambor es más antiguo de lo que generalmente se cree, es decir, de la época de las guerras de los sarracenos o moros. Los moros fueron los primeros que usaron en los ejércitos estos instrumentos que ellos denominaban al-tambor. Los timbales, instrumento propio de la antigua caballería y conservado en algunos lugares de España en las fiestas populares, son posiblemente también invención árabe.
Algunos historiadores opinan que los chinos hicieron uso del tambor desde tiempos inmemoriales. Se usan instrumentos parecidos al tambor también en muchos pueblos de África.
Es indudable que los pueblos ibéricos adoptaron el tambor tomándolo de los árabes ya en la Edad Media. Después de haber sido suprimidos durante el reinado de Amadeo de Saboya, su uso fue restablecido en 1893 por el general López Domínguez.[10]
En el área cultural andina, los tambores eran usados para acompañar ceremonias y fiestas. Instrumentos como la tinya eran bastante comunes. En la costa sur, los nazca desarrollaron su propio tambor típico, el cual se caracterizaba por su nivel decorativo y escultórico.
Según la clasificación de Hornbostel Sachs, hay dos grandes tipologías de tambores según cual sea la acción que se realiza para que entre en vibración. En el primer grupo están los tambores percutidos, mientras que en el segundo están los de fricción. En realidad, sin embargo, los segundos, habitualmente, son conocidos como zambombas y no son considerados verdaderos tambores. Así pues, y a pesar del criterio y la clasificación sistemática de Hornbostel Sachs, se dedica este apartado a los tambores (membranófonos) de percusión.[11]​ La tipología viene determinada por elementos varios como son:
En razón de la forma del resonador, los tipos que aparecen son:
Tambores cónicos, o más exactamente troncocónicos, con la base con un diámetro más estrechado que la parte superior, en la cual se percude. Son muy frecuentes al continente africano. Entre ellos hay el ntenga, de Uganda o el koboro de Etiopía. Igualmente en América se han desarrollado tambores cónicos (los tambores batá de Cuba o los de los indios ijca, entre otros) a los cuales se han unido en los últimos siglos los que han sido traídos desde África por los esclavos. También al Sudeste asiático se encuentran, por ejemplo en Java y en las Islas Nias. Es habitual que estos tambores tengan una sola membrana percutible.
Tambores en forma de reloj de arena, es decir, más estrechados en la parte central del 'cilindro' que en los extremos, donde están las membranas. Son especialmente empleados en África occidental y en Japón. Entre los primeros están, por ejemplo, el kalungu de Nigeria y entre los japoneses destacan el kakko, el tsuzumi y algunos tambores daiko (o taiko) como el enorme da-daiko. También hay en el mundo árabe (en Irak, Turquía, etc.) y en otras zonas del continente asiático como Corea, India o Tíbet; este último se construía tradicionalmente con dos cráneos humanos recortados y contrapuestos, hecho que le daba unas connotaciones mágicas; entremedias sihi encuentra ligada con una cuerda la baqueta que pica alternativamente una membrana y la otra cuando se hace girar rápidamente el tambor. Finalmente, también hay tambores de este tipo en Nueva Guinea. Algunos consideran que los tambores batá de Cuba están en este grupo. Algunos de estos tambores aprovechan el hecho de que la parte central del instrumento sea más prima para concentrar una parte de las cuerdas que fijan la tensión de las membranas, de forma que haciendo una presión variable sobre esta sección del centro se puede modificar la tensión de las membranas y con esto se modifica la altura del sonido que produce. Así producen y modulan los diferentes sonidos los tambores hablantes de Nigeria.
Tambores en forma de copa, o de bol o recipiente, pero con un pie. Los que existen actualmente en Europa como el tarabuka de Grecia y lo darbuk de Serbia son claramente derivados –tanto por la forma como por el nombre- del darbuka árabe, que se puede encontrar desde Marruecos hasta el centro de Asia con formas, decoraciones y materiales diversos. En África Occidental este tipo de tambor está presente en Nigeria, Ghana y Costa de Marfil. En algunos de estos países y en el Congo hay tambores antropomórficos. Igualmente existen en Polinesia, Hawái, y las islas Marquesas.
Normalmente son circulares pero también hay otras formas, como por ejemplo los tambores cuadrados que se encuentran en algunas zonas de España y de Portugal. Tambores de estos tipos están asociados a los rituales y al chamanismo en varias culturas, como por ejemplo entre los esquimales o los lapones; en estos casos es habitual que las membranas tengan decoración de carácter simbólico. Algunos tienen un mango en línea con su diámetro para sujetarlos, mientras que otros se cogen directamente por el marco. Algunos, incluso, en vez de ser golpeados con la mano (la mayoría) o una baqueta (son pocos), cuelgan unas cuerdas al final de las cuales hay unas bolas de los lados del marco y contrapuestas, que golpean alternativamente una membrana y la otra cuando se hace girar el mango. Es el caso, por ejemplo, del terbang y el kelontong de Java, y también se encuentran tambores de este tipo en el Tíbet. Se encuentran ejemplares también entre los nativos de Norteamérica, en Panamá, Argentina, Serbia, en la India, etc.
Algunos tipos de tambores de marco hacen unas incisiones dentro del marco en las cuales colocan unos pequeños discos metálicos, por parejas, que se golpean entre ellos al sacudir el tambor. En este caso se trata de un instrumento mixto, membranófono e idiófono. Existen muchos ejemplos, el más común de los cuales es la pandereta propia de España. Modernamente la pandereta en muchos contextos se construye en metal y ya ha perdido la membrana, de forma que es sólo un idiófono. Otros ejemplares son el reshoto y el buben, los dos de Rusia, el tar en Turquía, y el riq, el daf comunes en varios países árabes.
En cuanto al número de tambores, a pesar de que la mayoría se tocan solos –es decir, un único membranófono es considerado el instrumento- también hay múltiples ejemplos de instrumentos configurados por dos o más tambores. Entre los tambores que van por parejas o por grupos más numerosos, los dos ejemplos más comunes son el de la batería y el de los timbales de orquesta; en el primer caso se trata de varios tambores cilíndricos combinados con algunos idiófonos; en el segundo el número de instrumentos que integran el conjunto ha ido aumentando desde los dos iniciales que había en el siglo XVIII, si nos referimos a la orquesta, o en el XV, si nos referimos a sus antecesores no orquestales. Pero también es el caso del tabla de la India; uno de los tambores es cilíndrico y el otro cónico. Este tambor forma parte del grupo de música más habitual de aquel país, acompañando el sitar y estableciendo el tala o principio rítmico de la composición. En Costa de Marfil también se tocan conjuntos de tambores de copa, de hasta cinco instrumentos encuadernados entre ellos.
Otros instrumentos de tipo tambor son también los instrumentos de percusión más comunes. Algunos son:
Los instrumentos de tipos tambor son los instrumentos de percusión más comunes. Algunos son:
  • Real Academia Española. «tímpano». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 3 de febrero de 2022. 
  • George, Grove (Enero de 2001). Stanley Sadie, ed. The New Grove Enciclopedia of Música and Músicas (Segunda edición). Grove's Dictionaries of Music. pp. Volume 5, pp638-649. ISBN 978-1-56159-239-5. 
  • [1]
  • Gran Enciclopedia de la música
  • 20Minutos (15 de junio de 2011). «Musicoterapia: emociones como instrumento para una vida mejor». 20minutos.es - Últimas Noticias. Consultado el 17 de abril de 2019. 
  • «UNESCO - La danza ritual del tambor real». ich.unesco.org. Consultado el 17 de abril de 2019. 
  • «Los tambores reales de Burundi patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO». Fundación Sur. 11 de diciembre de 2014. Consultado el 17 de abril de 2019. 
  • a b http://books.google.cat/books?id=HJI9AQAAIAAJ&pg=RA2-PA3 Bastús y Carrera, Joaquin, Buenas anotaciones al Ingenioso e Hidalgo don Quijote de la Mancha, pag.3-4
  • http://books.google.cat/books?id=T0CjqTY39HwC&pg=PA432 Diccionario técnico de la música, Pedrell, Felipe, Editorial MAXTOR, isbn 978-84-9761-637-9, pag. 432
  • Diccionario Enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)
  • Erich M. Von Hornbostel y Corto Sachs. "Classification of Musical Instruments." Traducido por Anthony Vainas y Klaus P. Wachsmann. The Galpin Society Journal, volumen 14, marzo 1961, pp. 3-29, y Musical Instrumentos of the World. Diagram Group. 1976, Pp. 140 - 160
  • a b Musical Instruments of the World. Diagram Group, 1976.
  • Musical Instruments of the World. Diagram Group. 1976, Pp. 152
  • Wikipediarekin konexio arazoren bat gertatu da:

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